Crónicas de un campo de concentración

 Por: Roberto Javier Avalos Padrón Vicepresidente de la CAPPF

 Todos hemos visto en películas y documentales los campos de concentración de la antigua Alemania Nazi, pues el gobierno cubano le falta muy poco para implantarlo en este caso no por ser judío ahora solo por pensar diferente a los intereses de una dictadura agonizante.

 Se les van agotando los recursos operativos ya no les basta con montarnos en patrullas o jaulas sin ventilación y transportarnos a kilómetros y kilómetros de nuestros domicilios, tampoco les basta con encerrarnos mañanas y tardes enteras en calabozos mugrientos sometiéndonos a entrevistas y torturas sicológicas para tratar de obligarnos a ceder en nuestra forma de pensar, ahora comienza una nueva era la operación Campos de Concentración esta vez 72 horas mañana tal vez mucho mas ya veremos.

 El pasado Viernes 11 de Octubre y hasta el lunes 14 fui detenido arbitrariamente saliendo de mi domicilio en un aparatoso operativo policial combinado con la Seguridad del Estado. Dos carros Patrulleros me interceptaron fui requisado y fuertemente esposado del lugar fui conducido a la cuarta estación de Policía donde fui entrevistado por Agentes del DSI levantándome una falsa instrucción penal y posteriormente conduciéndome a un oscuro y húmedo calabozo donde ya se encontraban algunos de mis hermanos de lucha.

 Pasadas cerca de tres horas nos introducen en una guagua pequeña y somos trasladados al Vivas depósito de detenidos listos para posteriormente ser trasladados a cárceles de la Dictadura (Campo de Concentración).

 Ya en el lugar me encuentro con un numeroso grupo de Opositores Pacíficos que con los días se fue incrementando, 45 hombres y 18 Damas de Blanco, humillaciones, amenazas , chantajes de todo tipo sufrimos en aquel escalofriante lugar, 20 años de cárcel nos ofrecieron si no dejábamos la Oposición. El miedo se apodero de parte de nuestra alma pero la otra parte dura y firme no nos hizo desfallecer y nuestra conducta política fue intachable.

  Con gritos y cantos sembramos la unidad y reclamamos nuestro derecho a una asistencia médica adecuada a mejores condiciones higiénicas sanitarias  hicimos eco en todo el lugar con incansables consignas por nuestra libertad. Ya libre y en nombre de todos mis hermanos de lucha juramos que no nos van a doblegar ni con campos de concentración ni con la muerte seguiremos luchando y agigantando nuestras filas en vista a una Cuba libre y Democrática para siempre.